Dios rompe las cadenas
Introducción:
La Biblia nos habla de cadenas y
ataduras espirituales que muchas veces afligen al cristiano. Vemos en los
evangelios al Señor Jesús en su ministerio terrenal rompiendo cadenas y
quitando cargas de los afligidos, y la iglesia del Señor por el poder del
Espíritu Santo debe hacer lo mismo, pues él es la Cabeza y nosotros somos su
Cuerpo, Ungidos con Autoridad y Poder para Vencer… La libertad es oxigeno del alma.
Dios rompe las cadenas y
las ataduras espirituales
Isaías 10:27 nos enseña el poder
liberador de la unción.
“Y acontecerá en aquel tiempo, que su carga será
quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo será destruido por
causa de la unción”
Esta cita bíblica nos ubica en el siglo
VIII a.C. En aquel tiempo el imperio que gobernaba era el asirio. Su ejército
se destacaba por su gran crueldad. Dios permitió que esta nación viniera contra
Israel porque su pueblo lo había abandonado y se había ido en pos de los
baales. Así pues la nación estaba bajo opresión, pero Dios promete liberación:
Isaías 10:24-27
“Por tanto el Señor, Jehová de los
ejércitos dice así: Pueblo mío, morador de Sión, no temas de Asiria. Con vara
te herirá, y contra ti alzará su bordón, a la manera de Egipto; Más de
aquí a muy poco tiempo, se acabará el furor y mi enojo, para destrucción de
ellos. Y Jehová de los ejércitos levantará azote contra él, como en la
matanza de Madián en la peña de Oreb; y alzará su vara sobre el mar, como en
Egipto. Y acontecerá en aquel tiempo, que su carga será quitada de tu
hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo será destruido por causa de la
unción.”
En éste pasaje bíblico debemos tener en
cuenta varias cosas:
a) Asiria vino contra
Israel y Dios lo permitió, pero será juzgada y destruida por él mismo, por eso
le dice: “No temas de Asiria”.
b) Dios les recuerda dos
ocasiones en que los libró del enemigo (versículo 26):
1) “La matanza de Madián
en la peña de Horeb” refiriéndose a aquella batalla que dirigió Gedeón contra
los madianitas, amalecitas y los hijos del oriente, cuyos ejércitos se extendían
en el valle como langostas en multitud y sus camellos eran innumerables como la
arena que está a la orilla del mar, y Dios le dijo a Gedeón “escoge sólo
trescientos hombres, porque yo entregaré a los madianitas en su mano”. Recuerda
no es tuya la guerra, sino de Dios.
2) “Alzará su vara sobre
el mar como lo hizo en el camino de Egipto”. Les recuerda que un día al salir
de Egipto y llegar a la orilla del mar rojo, el ejército de faraón venia lleno
de ira contra ellos, pero la mano de Dios les abrió camino por el mar y luego
el ejército egipcio entró al mar pero las aguas se cerraron y todos con sus
poderosos carros herrados cayeron y allí murieron. Dios protegió a su pueblo y
derrotó al enemigo.
De esta manera Dios les está diciendo:
“Así como lo hice ayer, lo haré hoy. Por mi mano poderosa Asiria caerá”.
c) El versículo 27 nos
dice que Dios lo hará en “aquel tiempo”. Dios habla a través del profeta Isaías
anunciando el día de liberación. Dice el Señor: “su carga será quitada de tu
hombro”. Con muchas cargas el enemigo busca afligir y detener al pueblo de
Dios, pero el Señor quitará la carga de tu hombro. Dios rompe las cadenas.
Nos dice además “el yugo se pudrirá a
causa de la unción”. Desde el hebreo también puede leerse: “el yugo será
quebrado por el aceite” esto es el poder de Dios. El gigante caerá, el opresor
será destruido y el yugo de aflicción y ruina se pudrirá, su poder no será más.
Las cadenas y ataduras espirituales son rotas por el poder de Dios.
Conclusión: El Señor ha determinado bendecir a sus hijos.
Levantarlos en victoria y quebrar las cadenas espirituales de maldad y romper
el yugo de esclavitud y aflicción, quitar las cargas de sus hombros y bendecir
sus vidas.
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