Dios te ha llamado a ser libertador de tu Nación
Jueces 6:11 “Y vino el Ángel de Jehová, y se sentó debajo del alcornoque que está en
Ofra, el cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba
sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas”
Introducción:
En esta enseñanza existe un cuadro muy importante para nuestro
aprendizaje, en aquel tiempo y en el actual ha predominado el miedo en
muchos creyentes y han vivido sus vidas paralizados por el miedo.
Cuando
el filisteo Goliat desafiaba al ejército hebreo para que enviara un
guerrero a pelear contra él, todos comenzando desde el rey Saúl hasta el
último de los soldados israelitas tenían mucho miedo.
Aquel temor les impidió avanzar, y no dejo que fueran usados por el poder del Señor para una poderosa victoria.
Solo aquel joven llamado David lo enfrentó confiado en el poder de Dios logró derrotarlo.
El
miedo es entonces un obstáculo que hace retroceder a muchos, pero la fe
en el Señor podemos alcanzar grandes y determinadas conquistas.
La Palabra nos enseña que el ángel de Jehová es Dios mismo (esto se denomina “teofanía” o manifestación visible del Señor).
Dios llama a Gedeón para levantarlo como el libertador de la nación hebrea.
El dialogo que podemos ver entre Dios y Gedeón nos deja ver los miedos de toda persona ante un desafío o misión.
Consideremos
aquí algunos factores que conducen al temor y la influencia de
experiencias dolorosas del tiempo pasado. Debemos tener en cuenta el
momento histórico de éste pasaje bíblico.
Israel
había salido de la esclavitud egipcia y se había establecido en la
tierra prometida, ya habían muerto Moisés, Josué y los ancianos de ese
entonces.
El
Señor había levantado a otros líderes en el pueblo de Israel como
Otoniel, Aod, Débora y Barac. Sin embargo el pueblo de Dios había hecho
lo malo y por eso había venido la opresión de los madianitas.
No podemos evitarlo, el pecado produce dolorosos y tristes resultados, pero Dios nos hace libres de toda maldición y de todo miedo.
El
Señor ante el ruego de su pueblo, es propicio y viene a traer libertad y
el líder escogido para ese plan es Gedeón, pero vemos que él está
cautivo en sus propios temores (la Biblia dice que él “estaba sacudiendo
el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas”).
Entonces debemos preguntarnos ¿Por qué a veces el corazón del hombre es gobernado por el miedo?
Consideremos aquí algunos factores:
a) La
influencia de espíritus inmundos de miedo, Jueces 6:10 (también la
Biblia nos deja ver que hay espíritus de cobardía: “No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio” 2 Timoteo 1:7).
b) Los fracasos del tiempo pasado,
c) El rechazo y menosprecio recibido,
d)
Los sentimientos de auto condenación (los hebreos habían pecado y el
Señor los había entregado en manos de Madián por siete años, ya ese
periodo de juicio se había cumplido, pero continuaban presos de sus
temores).
e)
Por palabras expresadas por personas con autoridad que marcaron el
corazón (hablamos de padres, autoridades educativas, entre otros). Por
eso es muy importante la sanidad de nuestra alma. Jesucristo es quien restaura y sana le corazón herido.
La
Palabra nos enseña que el miedo estanca, detiene y determina el estilo
de vida: “El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová
será exaltado” Proverbios 29:25.
Ten presente que el miedo es para el diablo, lo que la fe es para Dios.
Precisamente
la fe es la certeza de lo que se espera, el miedo es la certeza del
fracaso; la fe es la convicción de la victoria que no se ve; el miedo es
la convicción de que todo saldrá mal.
Es
tu momento histórico de levantarte en las manos del Señor, no mas lagar
en tu vida, conviértete en el Nuevo Gedeón Fuera los medianitas,
Libertad es el Grito del Guerrero, tu País te necesita.
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