Venciendo La Ira,
Santiago 1:20.
Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
La ira, un fuerte resentimiento o disgusto, se expresa en varias formas, las principales de las cuales son la amargura, el resentimiento, y la falta de perdón.
La Palabra de Dios registra el primer caso que pudo experimentar el poder destructivo de la ira, fue Caín quien era agricultor cuando le toco su momento de presentarse ante Dios su ofrenda no fue agradable a los ojos de Dios, la reacción parece indicar que desde el principio tuvo una mala actitud, y desde allí entro la ira en su corazón, se enojo con Dios y tenia envidia de su hermano Abel que era pastor de ovejas. El tenía que tomar una decisión, podía corregir su actitud acerca de su ofrenda a Dios.
Los sentimientos que motivan nuestro comportamiento siempre se pueden cambiar por medio de la fuerza de pensamiento
Desde allí toda la humanidad ha vivido con ese gran mal en
corazón,
La amargura.
Amargura; pilkria, palabra griega que significa; punzante,
específicamente veneno, atravesar, perforar, amargo.
Es decir que una persona con amargura en su corazón,
literalmente destila veneno, perfora el alma de las personas con sus palabras,
es punzante como un cuchillo, y sobre todo su sabor es amargo.
La amargura deja una huella de relaciones rotas y oscurece la
visión de la vida.
La amargura es una de las principales herramientas de
destrucción que tiene el hombre en su corazón para destruir a otros.
El resentimiento.
El resentimiento es causado por no obtener lo que queremos
cuando lo queremos, también esta variación mayor que lra es un sentimiento
hostil, negativo dirigido por lo común abiertamente a las circunstancias
difíciles de la vida.
La falta de perdón.
El perdón empieza con una decisión.
Sencillamente tenemos que decidir perdonar y actuar con base
en esa decisión, seremos desgraciados hasta cuando lo hagamos.
La falta de perdón no desaparecerá en el momento, debemos
confrontarla y resolverla.
Conozcamos algunas expresiones de la ira, cuando Dios nos
dice que debemos desechar.
Malicia, enojo, gritos blasfemias.
Col. 3:8. Efesios 4:31, 1 P. 2:1.
Debemos quitar de nosotros toda práctica de maldad e
inmoralidad.
Envidia.
Proverbios
23:17.
Actualmente
en las sociedades ha aumentado enormemente y es uno de los mas comunes de este
pecado es la envidia.
La
envidia hace mirar con malos ojos y malas intenciones a otras personas y aun
hasta la gente que nos rodea.
La
envidia es tristeza o pesar por el bien ajeno.
Por lo
tanto se puede definir la envidia como el pesar, el disgusto, desasosiego,
disgusto y temor del bien ajeno.
La
envidia es pareja con los celos
Los celos
temer perder lo que tienen y la envidia sufre a ver los que otros poseen.
Cuando
eres envidioso estas reconociendo que eres un ser humano que no tienes
habilidad y capacidad para competir con otros y eso te afecta grandemente,
Este
veneno detestable aparece en gente de las altas esferas sociales, como también
en Doctores, Científicos, Abogados, Banqueros, empresarios, Artistas,
Educadores en todos los niveles, Músicos, Deportistas, Predicadores, Amas de
casas, Choferes, Obreros, etc, hay este momento muchas personas
padeciendo de este grave problema que ha afectado a su salud. Y no han
encontrado la solución a este gravísimo problema de la ira.
Venganza.
Romanos.
12:19
La
venganza es una reprimenda que se ejerce sobre una persona o un grupo por una
acción que es percibida como mala y muy dañina.
La
persona que se siente afectada decide vengarse y concreta una especie de
reparación por el daño.
La venganza supone una compensación por el agravio recibido.
Aborrecimiento
1 Juan 4:20-21.
Sentir un gran rechazo o antipatía hacia una persona o cosa.
Celos.
Proverbios 6:34.
La palabra celos es el sentido de estar envidioso de alguien
que tiene algo que nosotros no tenemos.
La clave para ir venciendo la ira esta en el texto mismo que
dice Santiago 1:20, Debemos, primero que todo, ser lentos para la ira, ya que
la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Dios no nos esta dando licencia para enojarnos, sino
lecciones sobre como manejar la ira cuando surge, si hemos ofendido a alguien,
pedimos perdón.
Solo la Sangre de Cristo puede limpiar el corazón de
cualquiera persona que tenga el corazón lleno de ira, le recomiendo que haga
esta oración:
Señor Jesús en este momento limpia todo mi corazón de ira,
sáname de toda raíz de amargura, celos, pleitos, contiendas, límpiame de todo
pecado en el Nombre de Cristo y dame un nuevo corazón, te confieso y
recibo en mi corazón como mi Señor y Salvador, Amen.
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